El 15 de septiembre de 1999 Telefónica puso en el mercado tres modalidades ADSL, de 256 Kbps, 512 Kbps y 2 Mbps. Para ello realizó una inversión inicial de 40.000 millones de pesetas, con la que esperaba captar al menos los 20.000 primeros clientes. La novedad se pagaba cara y el precio de la velocidad básica era de 9.000 mil pesetas. Un año después su precio bajó a 6.500 pesetas. Telefónica le ha cogido cariño a esta cifra, ya que desde entonces, el precio del ADSL no se ha alterado. Mientras el precio del resto de productos de telecomunicaciones ha ido a la baja, el exmonopolio se las ha arreglado para mantener el ADSL entre 39 y 41 €.
Sí ha mejorado en velocidad de descarga. A partir del 2004, Telefónica inició una carrera de aumentos de velocidad casi cada verano, que han llevado a su ADSL más popular a tener 6 megas. Pero estos aumentos no han tenido la misma proporción para la velocidad de subida, que desde el 2005 permanece anclada en 320 Kbps. De esta forma, hemos pasado de tener una simetría de 2:1 a una de 19:1. Es decir, si originalmente, por cada mega de descarga teníamos medio de subida, ahora a cada mega de descarga sólo le corresponden 53 Kbps. de subida.
Obviamente mejoraremos en los próximo años, sobretodo gracias a la ya citada tecnología VDSL2. Las nuevas redes de fibra óptica deberían traer mejoras en la velocidad y la calidad de los servicios. Las mejoras en precios llegan a partir de ahora, cuando hay una mayor competencia entre compañias. Es el caso de la propia Telefónica, que ha perdido clientes hasta alcanzar la cuota de mercado más baja de estos diez años, y eso es debido a que otras operadoras están ofreciendo mejores servicios y más baratos. Pero no es suficiente. Junto con una actuación decidida del gobierno español y de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones se podria revertir la situación actual, a favor de los usuarios, que estamos siempre bajo el control de estas compañias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario