Cuando la consola PlayStation 3 salió al mercado en 2006, el coste de fabricación ascendia a 605 euros aproximadamente, y Sony perdía alrrededor de 190 euros por cada consola de 450 euros vendida (ésta traía WiFi y disco duro de 60GB), y 230 euros por cada modelo de 300 euros (que incorporaba un disco duro de 20GB). Con la llegada de la PS3 Slim se pudo reducir el coste de fabricación utilizando componentes y materiales más baratos de adquirir, pero aún así seguía sin ser rentable.
Hoy, Sony ha presentado una nueva versión de su consola PS3 Slim que viene a ser mucho más eficiente, aunque estéticamente no hay diferencia alguna. Consiste en el primer rediseño interno que se le hace a la consola desde que se lanzó en 2006. La compañía ha decidido ahorrar costes en fabricación y ha hecho algunos cambios en sus componentes y en el diseño de éstos. A pesar de estos cambios, el rendimiento gráfico no ha sido mejorado, pero sí es posible que pueda haber en el futuro una bajada en los precios de la consola.
A este nuevo modelo se le ha sustituido el antiguo chip gráfico Nvidia RSX (con un rendimiento equivalente a la Nvidia 7800 GTX) fabricado en 65 nm por uno en 40 nm, que reduce el consumo y la emisión de calor. Tambien han añadido dos módulos de 128 MB de XDR RAM que sustituyen a los cuatro que incluía la anterior de 64 MB cada uno. Además Dispone de una nueva fuente de alimentación más pequeña. Al calentarse menos, ya no es necesario unos grandes disipadores, haciendo que tenga un menor consumo. Con estos cambios se reducen aun más los costes de fabricación, y además la consola es un 15% más eficiente en consumo eléctrico respecto a la PS3 Slim anterior, y un 50% frente al primer modelo de PS3 de 2006.
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