Hoy voy ha hacer una reflexión sobre mis críticas anteriores, incluida la reacción de los lectores hacia ellas. Para ello empezaré a hablar de algo, que aunque no tenga mucho que ver ayudará a entender de lo que hablo:
Hay algo que me cabrea mucho, y es el carácter religioso que pueden llegar a tener las cosas que por alguna razón se ponen de moda. Algunas de estas “religiones” acaban a veces desapareciendo, como los Pokémon, y no son muy importantes, pero otras han estado toda la vida y la gente llega a matar por ellas, como el ya mencionado fútbol.
Aunque intenté hacer una crítica lo mas imparcial posible sobre el reggeton, al final acabé teniendo disputas con una de mis contactos. Aunque mi personalidad es proclive a los extremos, es decir, o me gusta mucho una cosa o la odio a muerte. Y precisamente odio que ésta sea la tendencia a seguir por la gente, pues da lugar siempre a conflictos por soberanas tonterías: "Que si éste videojuego lo odio por sus gráficos", "que si Naruto es una copia a Dragon Ball y por eso lo odio", etc.
El odio no sirve para nada y sólo se debería tener en situaciones extremas y aún así es cuestionable tener este sentimiento, pero qué se le va a hacer. Es natural en los seres humanos.
Yo en principio iba a intentar hacer una crítica del anime y del manga, pero quizás el miedo a tener nuevos enemigos que me odien por escribirla, me lo ha impedido. Acabo de ver un blog sobre mi videojuego favorito en cuyo artículo principal lo aclamaba como si fuera el mejor videojuego del mundo, sin embargo, un comentario hecho por otra persona lo criticaba ferozmente. ¿Con qué versión nos quedamos? ¿Son enteramente imparciales estas críticas? Evidentemente no. Ambas son extremistas y no dan lugar al dialogo enteramente racional. Normalmente los que critican negativa y ferozmente a una cosa es porque se han visto frustrados por ella. Me explico con un ejemplo, un crítico de arte suele ser un pintor frustrado. El que criticaba el videojuego ferozmente puede que no haya pasado de la primera pantalla.
El extremismo entre odio y adoración suele darse más en la adolescencia y juventud (con quien tuve una disputa por el post del reggeton sólo tenía 14 años). A medida que uno va creciendo, ve las cosas con mas perspectivas exceptuando los extremistas religiosos y políticos, pero de esos no trato en este post.
Quiero dejar dos cosas bien claras escribiendo todo esto: En primer lugar deseo escribir con libertad y ningun/a adolescente hormonado/a me lo va a impedir, y en segundo lugar, nunca he pretendido ofender a nadie de mis amigos ya sean de España, de México, de Argentina o de cualquier otro país. El caso es que nunca he querido ofender a nadie, y si lo he hecho, mis más sinceras disculpas.
Postdata: Haber si leéis un poco la crítica del fútbol después de leer este post, antes de comentarme que soy un frustrado en el mundo del deporte. Puede que lo sea, pero la crítica no tiene nada que ver con eso. Puede que se os ocurra esta idea después de leer este.
martes, 25 de agosto de 2009
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