Capítulo 2: En busca de los que descargan.
Saber quién está al final de la línea de Internet, detrás de la pantalla del ordenador, le pareció a la industria discográfica la forma más efectiva para acabar con la descarga gratuita de contenidos protegidos por las leyes de propiedad intelectual. Ir a por el ciudadano fue la vía escogida por la asociación de Productores de Música de España (Promusicae) para enfrentarse a los programas de intercambio (P2P), como eMule o Kazaa.
En 2005, Solicitaron a Telefónica que en el plazo de diez días facilitase al juzgado los nombres, apellidos y direcciones de las personas cuyos ordenadores habían sido identificados por Promusicae como usuarios de Kazaa. Cada equipo tiene asociada un dirección IP (numeración) que, en los ficheros de clientes de las compañías de acceso a Internet se une a los datos personales.
No ha podido ser, de momento. La justicia española ha dado la razón a Telefónica en su negativa a facilitar el nombre y domicilio de clientes, como solicitaba Promusicae.
Hay que estar atentos a esto, porque en cualquier momento podrían cazarnos a todos. Quieren conseguir que nos llamen delincuentes digitales y que nos traten como tales, Y no pararán hasta conseguirlo.
continuará...
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